jueves, 7 de noviembre de 2013

PRÓLOGO Y EXTRACTOS DEL PRIMER LIBRO DE "LA METAMORFOSIS O EL ASNO DE ORO" DE LUCIO APULEYO.

PRÓLOGO Y EXTRACTOS DEL PRIMER LIBRO DE  "LA METAMORFOSIS O EL ASNO DE ORO" DE LUCIO APULEYO.



Advertencia

La traducción que publicamos de EL ASNO DE ORO, de Apuleyo, es la atribuida a Diego López de Cortegana, que fue arcediano de Sevilla por los años de 1500. Deseando facilitar su lectura, hemos modernizado la ortografía y, a veces, levemente la sintaxis de la vieja versión castellana. La hemos cotejado además minuciosamente con el original latino, y apenas ha sido preciso modificar algún nombre propio y algún pasaje mal interpretado. Hemos conservado la división en capítulos y los epígrafes de Cortegana. El texto latino se divide sólo en libros.

En este libro compuesto al estilo de Mileto, podrás conocer y saber diversas historias y fábulas, con las cuales deleitarás tus oídos y sentidos, si quisieres leer y no menospreciares ver esta escritura egipciaca, compuesta con ingenio de las riberas del Nilo; porque aquí verás las fortunas y figuras de hombres convertidas en otras imágenes y tornadas otra vez en su misma forma. De manera que te maravillarás de lo que digo. Y si quieres saber quién soy, en pocas palabras te lo diré: Mi antiguo linaje tuvo su origen y nacimiento en las colinas del Himeto ateniense, en el istmo de Efirea y en el Tenaro de Esparta, que son ciudades muy fértiles y nobles, celebradas por muchos escritores. En esta ciudad de Atenas comencé a aprender siendo mozo; después vine a Roma, donde con mucho trabajo y fatiga, sin que maestro me enseñase, aprendí la lengua natural de los Romanos. Así que pido perdón si en algo ofendiere, siendo yo rudo para hablar lengua extraña. Que aún la misma mudanza de mi hablar responde a la ciencia y estilo variable que comienzo a escribir. La historia es griega, entiéndela bien y habrás placer.

Primer libro

Argumento

Lucio Apuleyo, deseando saber arte mágica, se fue a la provincia de Tesalia, donde estas artes se sabían;
en el camino se juntó tercero compañero a dos caminantes, y andando en aquel camino iban contando ciertas cosas maravillosas e increíbles de un embaidor y de dos brujas hechiceras que se llamaban Meroe y Panthia, y luego dice de cómo llegó a la ciudad Hipata y de su huésped Milón, y lo que la primera noche le aconteció en su casa. Lee y verás cosas maravillosas.

Capítulo I

Cómo Lucio Apuleyo, deseando saber el arte mágica, se fue a la provincia de Tesalia, donde al presente más se usaba que en otra parte alguna, y llegando cerca de la ciudad de Hipata, se juntó con dos compañeros, los cuales, hasta llegar a la ciudad, fueron contando admirables acontecimientos de magas hechiceras.

"Por cierto, mi Sócrates, tú me dices cosas muy maravillosas y no menos crueles; sin duda no me has dado pequeño cuidado y miedo; lanzado me has, no solamente de escrúpulo, más una lanza. Por ventura, esta vieja, usando de su encantamiento, no haya conocido nuestras palabras y pláticas;...."

Capítulo II

Cómo Aristómenes, que así se llamaba el segundo compañero, prosiguiendo en su historia, contó a Lucio Apuleyo cómo las dos magas hechiceras Meroe y Panthia degollaron aquella noche a Sócrates, indignadas de él.


"-Cierto no pienso que hay cosa imposible en cualquier manera que los hados lo determinaren: así puede venir a los hombres todas las cosas. Porque muchas veces acaece a mí y a tí y a todos los hombres venir cosas maravillosas y que nunca acontecieron, que si las contáis a personas rústicas no son creídas. Mas por Dios, a éste yo le creo y le doy muchas gracias que, con la suavidad de su graciosa conseja, nos hizo olvidar el trabajo, y sin fatiga y enojo anduvimos nuestro áspero camino. Del cual beneficio también creo que se alegra mi caballo, porque sin trabajo suyo he venido hasta la puerta de esta ciudad, cabalgando no encima de él, mas de mis orejas".


Capítulo III

En el cual cuenta Lucio Apuleyo cómo llegó a la ciudad de Hipata, fue bien recibido de su huésped Milón y de lo que le aconteció con un antiguo amigo suyo llamado Pithias, que al presente era almotacén en la ciudad.


"-¿Ves aquellas ventanas del cabo que están fuera de la ciudad y a la parte de dentro están frente de una calleja sin salida? Allí mora este Milón, bien harto de dineros y muy gran rico, pero muy mayor avariento y de baja condición; hombre infame y sucio, que no tiene otro oficio sino continuo dar a usura sobre buenas prendas de oro, de plata, metido en una casilla pequeña, y siempre atento al polvo del dinero: allí mora con su mujer, compañera de su tristeza y avaricia, que no tiene en su casa persona, salvo una mozuela, que aun tan avariento es que anda vestido como un pobre, que pide por Dios".



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